El hermano perdido y con discapacidades locomotrices de Age Of Empires, juego más viejo que los pelos del sobaco de Tutankamon, pero que sigue siendo igual de jugable que cuando salió allá por la Era Mesozoica.

Le he dedicado la friolera de 667 horas (que para un juego de estos no es la gran cosa) y el 95.5% de estas en el modo de batallas libres. Puedo decir que me he aprendido el guión igual de bien que los dobladores y puedo predecir lo que van a decir cada vez que clico en las malditas unidades.

Acabaréis con el cerebro más quemado que el fondo de la paellera del valenciano más guarro de los alrededores del Mestalla. Es un comedero de cabeza para gente nueva, pero una vez que lo juegas en bucle como un poseso podrás saberte hasta los patrones de movimiento de las hojas del arbusto en la parte izquierda del mapa.

El ON-LINE?

No sé, no lo jugué pero estará igual de vacío que una iglesia un lunes.