Nainstalovat Steam
přihlásit se
|
jazyk
简体中文 (Zjednodušená čínština)
繁體中文 (Tradiční čínština)
日本語 (Japonština)
한국어 (Korejština)
ไทย (Thajština)
български (Bulharština)
Dansk (Dánština)
Deutsch (Němčina)
English (Angličtina)
Español-España (Evropská španělština)
Español-Latinoamérica (Latin. španělština)
Ελληνικά (Řečtina)
Français (Francouzština)
Italiano (Italština)
Bahasa Indonesia (Indonéština)
Magyar (Maďarština)
Nederlands (Nizozemština)
Norsk (Norština)
Polski (Polština)
Português (Evropská portugalština)
Português-Brasil (Brazilská portugalština)
Română (Rumunština)
Русский (Ruština)
Suomi (Finština)
Svenska (Švédština)
Türkçe (Turečtina)
Tiếng Việt (Vietnamština)
Українська (Ukrajinština)
Nahlásit problém s překladem
Y no olvidemos tu obra cumbre: ese cooler para CPU, también de China. ¿De verdad pensaste que un pedazo de plástico barato iba a mantener a raya el calor de tu procesador? Todos sabemos cómo va a terminar. Esa cosa va a fallar, el procesador se va a derretir y tu PC se convertirá en un horno portátil.
Lo mejor de todo es que sigues creyendo que estás ahorrando, cuando en realidad estás tirando dinero como si no importara. ¿Qué será lo próximo? ¿Un SSD que se descomponga al instalar Windows? Anda, Gonzalo, cuéntanos, ¿cuánto más va a soportar esa pobre máquina antes de que termines de arruinarla?
“¿Por qué no dices nada, Gonzalo? ¿Es porque ya sabes lo que vamos a decir? Que tu máquina es un desastre en progreso, un campo minado de piezas que no duran más que un suspiro.” Te lo digo de frente, sin rodeos. “¿Creías que nadie se daría cuenta de que cada vez que compras algo ‘nuevo’, terminas con más problemas que soluciones?”
No juegas con nosotros, no hablas del tema, te escondes. Pero tus ausencias y tus excusas hablan más fuerte que tus silencios. “¿Hasta cuándo, Gonzalo? ¿Hasta que tu PC sea un pisapapeles de piezas baratas? Porque a este ritmo, no falta mucho.”
Y lo vemos, ¿sabes? Cada día. No importa que te pongas invisible, las notificaciones igual saltan: Panicore, Broken Shores, 12 horas seguidas, un patrón que ya no puedes ocultar. Todos lo hemos comentado. “Ahí está otra vez, como si no supiéramos lo que pasa.”
“¿Cuánto tiempo más piensas seguir fingiendo?” dejo caer la pregunta, casi como un golpe. “No es que estés offline, es que estás demasiado avergonzado para enfrentar lo evidente. Tu máquina está en las últimas, y tú te estás escondiendo detrás de ese estado como si fuera un escudo. Pero ya no engañas a nadie.”