Hay muchos juegos que jugamos en el primer cuarto del año y al final del año cuando hacemos el repaso nos olvidamos de ellos. Pues bien este no será uno de esos juegos. Difícil será que no esté en la parte alta de mi top cuando finalice este año.

Empezando por la parte más técnica el estilo gráfico elegido es precioso tanto para el juego en sí como para las escenas dibujadas del libro entre capítulos. Va fluido en mi equipo que no es lo más top del mundo (gráfica Geforce RTX 3060 12GB).

A nivel de jugabilidad en plataformeo va muy fino y en el combate sin ser un combate sobresaliente funciona perfectamente para lo que el juego quiere. Los jefes finales a los que nos enfrentamos tienen todos mecánicas muy únicas que hacen que los combates contra ellos sean muy divertidos. Los combates contra los enemigos normales podrían hacerse monótonos hay solo unos 6 tipos de espectros, pero es cierto que al ser un juego tan corto ese problema no lo llegamos a sufrir.

Otro punto a destacar es la música. Tantos los temas exclusivamente acústicos como los cantados son sobresalientes. Hacía mucho tiempo que no me emocionaba y motivaba tanto con la música de un videojuego. Fijaos que hasta me he tragado los créditos enteros porque sonaban los temas del juego y varias canciones a la vez que salían las ilustraciones del libro que mencioné antes.

En cuanto a la historia, me ha encantado. Ayuda muchísimo la mitología que aquí se nos presenta que yo no conocía y sobre la que quiero investigar más porque creo que es de alguna cultura de las existentes en nuestro mundo. La protagonista además está muy bien escrita haciendo que sea interesante, empaticemos con su sufrimiento y triunfos. Y encima no se hace pesada porque habla lo justo por su cuenta en los escenarios (vamos no es un tostón de personaje que no se calla como lo era Aloy en el segundo Horizon).

En fin, que no puedo más que recomendar que os hagáis con este juego al que encima su precio de salida reducido le viene perfecto.