Este juego está muy subvalorado. Le dan un ocho o un nueve cuando mucho, cuando en realidad debería ser considerado seriamente para ser el mejor juego indie de 2014. No sólo la gráfica es impresionante, logrando una reproducción muy realista de los ambientes naturales, sino que el sonido, esa banda sonora que crearon especialmente para The Vanishing of Ethan Carter, es simplemente perfecta y se encuentra a la altura de cualquier banda sonora de una película nominada a los Óscar. No exagero. Y la historia, es sencillamente formidable. Logra captar la tensión y el ambiente de misterio que evocan las revistas pulp de principios del siglo XX, y sus alusiones a temas de la ciencia ficción que han sido tratados por miembros de varios círculos literarios como los Mitos de Cthulhu, es absolutamente palpable. Hay partes donde, si dejas que el ambiente que te sugieren penetre muy dentro de ti, estarás al borde del grito, pues sus horrores no son los propios de la carne, sino de un cosmos indiferente a nuestro sufrimiento y existencia. Le doy un diez.