SupraTurbo
ToyotaSupraMK4
Tokyo, Tokyo, Japan
Toyota Supra Turbo MkIV
En 1993 irrumpió con fuerza el coche que daría origen al mito: el Toyota Supra A80 (MkIV). La cuarta generación de Supra llegó con aspiraciones de superdeportivo. Viendo la sacudida a la industria premium alemana e italiana que dio Honda con el NSX en 1990, tanto en Asia como en Estados Unidos, en Toyota pensaron que ellos también querían una parte de ese pastel.
El Supra MkIV estrenó un diseño compuesto por curvas, en plena era del biodesign, y caracterizado por un imponente alerón trasero. El coche era más pequeño, más bajo y más ancho que el MkIII. Su motor de 6 cilindros en línea desarrollaba 220 CV, mientras que la variante biturbo entregaba 330 CV. En su día, fue el Toyota más potente jamás fabricado. Con un 0 a 100 km/h en 5 segundos, incluso hoy en día sigue siendo considerado un coche rápido.
El Toyota Supra de cuarta generación, el JZA80, compitió en el Campeonato de Turismos nipón, el JGTC, desde 1995 en la categoría reina GT500, y resultó ganador en 1997, 2001, 2002 y 2005. Y aunque inicialmente el coche corría con un motor 4 cilindros turbo de 2.1 litros, el 4T-GTE, a principio de la década de los 2000 se optó por el V-8 tipo 3UZ-FE de los Lexus SC430, debidamente preparado para la competición.
Fuera de Japón, el Toyota Supra JZA80 hizo un papel muy correcto en las 24 Horas de Le Mans de 1995, de la mano del equipo ADRS. Allí terminó décimo cuarto absoluto, algo que no está nada mal para lo que era básicamente el mismo coche que corría en el JGTC.
Y sin embargo, la mayoría de fans recuerda el Supra A80 por el motor 2JZ-GTE, un 6 cilindros en línea biturbo de 3.0 litros y 330 CV que en Japón no superaba los 280 CV, al menos sobre el papel. Su velocidad máxima era de 250 km/h, autolimitada, y el 0 a 100 km/h lo cubría en 5 segundos. Y es que aquel coche era algo pesado para la época: 1.630 kg.
La realidad es que toda la fama del Supra le viene de su motor. O, mejor dicho, de las preparaciones que se efectuaron con ese bloque como base. Su 6 cilindros en línea biturbo 2JZ-GTE y cambio manual de seis marchas Getrag se prestaba sin quejarse a toda clase de preparaciones. Era la base ideal para que todos los tuners del planeta tuviesen la posibilidad de sacarle potencias descomunales.
Toyota Supra Turbo MkIV
En 1993 irrumpió con fuerza el coche que daría origen al mito: el Toyota Supra A80 (MkIV). La cuarta generación de Supra llegó con aspiraciones de superdeportivo. Viendo la sacudida a la industria premium alemana e italiana que dio Honda con el NSX en 1990, tanto en Asia como en Estados Unidos, en Toyota pensaron que ellos también querían una parte de ese pastel.
El Supra MkIV estrenó un diseño compuesto por curvas, en plena era del biodesign, y caracterizado por un imponente alerón trasero. El coche era más pequeño, más bajo y más ancho que el MkIII. Su motor de 6 cilindros en línea desarrollaba 220 CV, mientras que la variante biturbo entregaba 330 CV. En su día, fue el Toyota más potente jamás fabricado. Con un 0 a 100 km/h en 5 segundos, incluso hoy en día sigue siendo considerado un coche rápido.
El Toyota Supra de cuarta generación, el JZA80, compitió en el Campeonato de Turismos nipón, el JGTC, desde 1995 en la categoría reina GT500, y resultó ganador en 1997, 2001, 2002 y 2005. Y aunque inicialmente el coche corría con un motor 4 cilindros turbo de 2.1 litros, el 4T-GTE, a principio de la década de los 2000 se optó por el V-8 tipo 3UZ-FE de los Lexus SC430, debidamente preparado para la competición.
Fuera de Japón, el Toyota Supra JZA80 hizo un papel muy correcto en las 24 Horas de Le Mans de 1995, de la mano del equipo ADRS. Allí terminó décimo cuarto absoluto, algo que no está nada mal para lo que era básicamente el mismo coche que corría en el JGTC.
Y sin embargo, la mayoría de fans recuerda el Supra A80 por el motor 2JZ-GTE, un 6 cilindros en línea biturbo de 3.0 litros y 330 CV que en Japón no superaba los 280 CV, al menos sobre el papel. Su velocidad máxima era de 250 km/h, autolimitada, y el 0 a 100 km/h lo cubría en 5 segundos. Y es que aquel coche era algo pesado para la época: 1.630 kg.
La realidad es que toda la fama del Supra le viene de su motor. O, mejor dicho, de las preparaciones que se efectuaron con ese bloque como base. Su 6 cilindros en línea biturbo 2JZ-GTE y cambio manual de seis marchas Getrag se prestaba sin quejarse a toda clase de preparaciones. Era la base ideal para que todos los tuners del planeta tuviesen la posibilidad de sacarle potencias descomunales.
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Fili wey onetap 20 May, 2024 @ 4:31pm 
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