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Lo que se ha estudiado menos es la fina relación entre la monogamia y la mala imagen de la masturbación. Lo que sabemos sobre la masturbación en el mundo antiguo es escaso y contradictorio. Marcial lo consideraba una forma inferior de placer sexual reservada a los esclavos. Los griegos, pese a la creencia común, tampoco debían de verlo demasiado bien si tenemos en cuenta que Diógenes el Perro, el gran infant terrible de la antiguedad, se masturbaba en público (y adjudicaba la invención de esta a Hermes). Por otro lado, en Egipto encontramos un dios, Atum, que creó el mundo masturbándose y de cuya eyaculación surgió el Nilo.
Donde podemos ver esta relación más clara es el siglo 18. En 1716, Baltasar Bekker, un teólogo holandés, utilizó por primera vez 'onanismo' para referirse a la masturbación.