Install Steam
login
|
language
简体中文 (Simplified Chinese)
繁體中文 (Traditional Chinese)
日本語 (Japanese)
한국어 (Korean)
ไทย (Thai)
Български (Bulgarian)
Čeština (Czech)
Dansk (Danish)
Deutsch (German)
Español - España (Spanish - Spain)
Español - Latinoamérica (Spanish - Latin America)
Ελληνικά (Greek)
Français (French)
Italiano (Italian)
Bahasa Indonesia (Indonesian)
Magyar (Hungarian)
Nederlands (Dutch)
Norsk (Norwegian)
Polski (Polish)
Português (Portuguese - Portugal)
Português - Brasil (Portuguese - Brazil)
Română (Romanian)
Русский (Russian)
Suomi (Finnish)
Svenska (Swedish)
Türkçe (Turkish)
Tiếng Việt (Vietnamese)
Українська (Ukrainian)
Report a translation problem
me clavo otra tonka a las 7
la wacha esta tiene turette
me caga a puteadas mientras me hace un pete
⢸
⢸
⢸⡀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⣠⣶⣿⣶⣄
⢿⣿⣄⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⣿⣿⣿⣿⣿⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⣀⣤⣄
⠀⠹⣿⣧⣀⣠⣴⣾⣷⣿⣷⠾⢷⠋⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⣼⣿⣿⣿⡷
⠀⠀⠈⢿⡿⠟⢻⣿⣿⣿⣿⣿⣿⣷⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠹⣿⣿⣿⡟
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⣼⣿⣿⣿⣿⣿⡟⢿⣿⣄⠀⠀⠀⠀⢠⣶⣾⣿⡇
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⣿⣿⣿⣿⣿⣿⡇⠀⠙⠿⡿⢆⣴⣿⣿⣿⣿⡇
⠀⠀⠀⠀⠀⢰⣿⣿⣿⣿⣿⣿⠀⠀⣤⣶⣾⣿⣿⣿⣿⣷⠹⣷⣤⣤⣄⣀⡀
⠀⠀⠀⠀⠀⢸⣿⣿⡏⣿⣿⣿⢀⣾⣿⣿⣿⣿⣏⠀⠀⢀⣀⣈⣉⣉⣉⣙⣁⣀
⠀⠀⠀⠀⠀⢸⣿⣿⡇⣿⣿⢏⣾⣿⣿⣿⣿⣿⣿⣆
⠀⠀⠀⠀⠀⢸⣿⣿⡇⣿⣿⣷⠈⠉⠙⠛⢻⣭⣷
⠀⠀⠀⠀⠀⢸⣿⣿⡇⣿⣿⣿⠀⠀⠀⠀⠀⢹⣿⣷
⠀⠀⠀⠀⠀⢸⣿⣿⡇⣿⣿⣿⠀⠀⠀⠀⠀⣾⣿⡏
⠀⠀⠀⠀⠀⢸⣿⣿⡇⣿⣿⣿⠀⠀⠀⠀⢰⣿⣿
TE ESTÁS PORTANDO MAL, SERÁS CASTIGADA
A mitad de cuadra, algo llamó su atención en un cartel pegado a una pared vieja y descascarada. Sin poder evitarlo, se detuvo para leerlo y, en ese preciso instante, sonrió... Era como un mensaje secreto, como si alguien hubiera querido recordarle que, en medio de todas esas palabras y mensajes que llenan el mundo, hay algo de humor y picardía en todo.
Siguió su camino, pensando en esa frase de ♥♥♥♥ el que lee, y de alguna manera le cambió el ánimo. Porque a veces, entre tantas palabras serias y mensajes profundos, lo único que hace falta es un guiño. Y ese día, en esa calle, Juan había encontrado el suyo.
A mitad de cuadra, algo llamó su atención en un cartel pegado a una pared vieja y descascarada. Sin poder evitarlo, se detuvo para leerlo y, en ese preciso instante, sonrió... Era como un mensaje secreto, como si alguien hubiera querido recordarle que, en medio de todas esas palabras y mensajes que llenan el mundo, hay algo de humor y picardía en todo.
Siguió su camino, pensando en esa frase de рuto el que lee, y de alguna manera le cambió el ánimo. Porque a veces, entre tantas palabras serias y mensajes profundos, lo único que hace falta es un guiño. Y ese día, en esa calle, Juan había encontrado el suyo.