Uno de los mejores productos de Paradox, muy bien equilibrado entre la complejidad y la satisfacción que produce convertirse en un terrateniente en este periodo oscurantista. Múltiples formas de expandir tu dinastía, tanto por la vía diplomática, como por las relaciones matrimoniales o por la espada.

Amigos que se pueden volver tus peores enemigos, favores e intereses de los vasallos que chocan con tus ideas, fluctuaciones de la economía dependiendo de la aparición de saqueadores, brotes de enfermedades o continuos periodos de guerra... Hay muchísimas variables que afectan a todos y cada uno de los personajes de la partida.

Es un juego imprescindible de estrategia.

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