Install Steam
login
|
language
简体中文 (Simplified Chinese)
繁體中文 (Traditional Chinese)
日本語 (Japanese)
한국어 (Korean)
ไทย (Thai)
Български (Bulgarian)
Čeština (Czech)
Dansk (Danish)
Deutsch (German)
Español - España (Spanish - Spain)
Español - Latinoamérica (Spanish - Latin America)
Ελληνικά (Greek)
Français (French)
Italiano (Italian)
Bahasa Indonesia (Indonesian)
Magyar (Hungarian)
Nederlands (Dutch)
Norsk (Norwegian)
Polski (Polish)
Português (Portuguese - Portugal)
Português - Brasil (Portuguese - Brazil)
Română (Romanian)
Русский (Russian)
Suomi (Finnish)
Svenska (Swedish)
Türkçe (Turkish)
Tiếng Việt (Vietnamese)
Українська (Ukrainian)
Report a translation problem

ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ⬛🟥🟥🟥⬛
ㅤ ㅤ ㅤ ⬛⬛🟦⬛⬛⬛🟦⬛⬛
ㅤ ㅤ ⬛🟦🟦🟦🟦🟦🟦🟦🟦🟦⬛
ㅤ ⬛🟦🟥🟥🟥🟥🟥🟥🟥🟥🟥🟦⬛
⬛🟥🟥⬛⬛⬛⬛⬛⬛⬛⬛⬛🟥🟥⬛
⬛⬛⬛🟨🟨⬜⬜🟨⬜⬜🟨🟨⬛⬛⬛
⬛🟨🟨🟨⬜⬜⬜⬜⬜⬜⬜🟨🟨🟨⬛
⬛🟨🟨⬜⬜⬜🔳⬜🔳⬜⬜⬜🟨🟨⬛
ㅤ ⬛🟨🟨⬜⬜⬜🟨⬜⬜⬜🟨🟨⬛
ㅤ ⬛🟨🟨🟨🟨🟨🟨🟨🟨🟨🟨🟨⬛
ㅤ ㅤ ⬛🟨🟨🟨⬛⬛⬛🟨🟨🟨⬛
ㅤ ㅤ ⬛⬛⬛🟨🟨🟨🟨🟨⬛⬛⬛
ㅤ ⬛🟫🟫🟥⬛⬛⬛⬛⬛🟥🟫🟫⬛
⬛🟫🟫⬛🟫🟥🟥⬛🟥🟥🟫⬛🟫🟫⬛
⬛🟥🟥⬛🟫🟫🟫⬛🟫🟫🟫⬛🟥🟥⬛
ㅤ ⬛⬛⬛🟫🟫🟫⬛🟫🟫🟫⬛⬛⬛
ㅤ ㅤ ㅤ ⬛⬛⬛⬛⬛⬛⬛⬛⬛
ㅤ ㅤ ㅤ ⬛🟦🟦🟦⬛🟦🟦🟦⬛
Una vez, decidí jugar Left 4 Dead 2 después de mucho tiempo.
Durante el transcurso de una partida de enfrentamiento, disentí con la opinión de un usuario.
Este me llamó peruano, a lo cual respondí:
«Bro, no todos los que juegan Left son peruanos».
Aquel usuario me contestó:
«Este serrano color cartón se cree europeo».
Soy blanquito, pero no es que sea la octava maravilla del mundo.
Una vez tuve una profesora, la cual siempre velaba por el uso del idioma sin groserías.
Pero, sinceramente, no me imagino a muchos recitando un poema sobre el dolor que les ha causado golpearse el dedo meñique de su pie.
Solo tardaron 7 años para hacer una obra maestra....
Una vez me tomé una foto con una chica. Mis compañeros dijeron:
«Muy buena foto, lo único a cambiar es la chica».
Eso fue algo raro...