La Comunidad Hereje se constituye en un momento determinado y bajo unas premisas indeterminadas, que solo el tiempo pondrá en su lugar.
Nada es permanente, todo fluye en este constante devenir de la vida.
Aceptamos como buena la definición que da el DRAE: Persona que disiente o se aparta de la línea oficial de opinión seguida por una institución, una organización, una academia, etc.

Una de las premisas indeterminadas y revocables por la Asamblea Hereje, que será constituida a su debido tiempo, es que no hay ninguna norma que obligue a nadie a llevar nada que no quiera llevar, hacer o decir.

Creemos que el dialogo es una fuente inagotable de amistades.

Las imposiciones, es decir, obligar a mantener una posición, no es bueno.

Si bien la libertad es un bien universal que hay que preservar, y teniendo en cuenta que la naturaleza humana está sujeta a vaivenes, tanto emocionales como intelectuales, se tendrá muy en cuenta el RESPETO y la CONSIDERACIÓN hacia todas aquellas personas que sean o no Herejes, estén en esos momentos de divertimento y solaz asueto, intercambiando pareceres, aunque sea a tiros.

Por lo tanto, y atendiendo a lo anteriormente expuesto:

PREMISAS REVOCABLES DE LA COMUNIDAD HEREJE

1º.- Cualquier persona humana puede ser Hereje.
2º.- Ser Hereje no conlleva ninguna obligación hacia la Comunidad.
3º.- El Hereje que deje de ser Hereje pasará directamente a ser salvo del Infierno.
4º.- El desprecio, la falta de consideración y la forma de proceder irrespetuosa hacia cualquier ser humano será automáticamente valorada, y la persona en cuestión llevada al purgatorio, dónde pasará un tiempo hasta que reflexione y decida reingresar, o no, en el Infierno.
5º.- Si algún Hereje es visto, y es constatable, usando algún subterfugio para alcanzar el cielo, es decir, llevando o modificando los parámetros del juego, se le rociará con agua bendita hasta su consumación.