Al principio, me costó un poco cogerle el tranquilo y en un momento estuve a punto de abandonarlo, pero en cuanto entendí mejor algunas cosas, resultó un juego muy disfrutón.

El subgénero de combate aéreo a lomos de dragón/criatura alada siempre me ha parecido fascinante desde que jugué al Drakan hace veintitantos años y es un picor que pocos juegos se han molestado en rascar (o en hacerlo bien). Aunque al principio puede costar acostumbrarse a los controles de Falconeer y nunca llegan a tener toda la fluidez y precisión que serían deseables, cuando te acostumbras, el combate se hace muy satisfactorio.

La ambientación Waterworld/fantasía/steampunk es original e interesantes, el diseño artístico es llamativo y con momentos de verdadera belleza con el mar, el cielo tormentoso, los amaneceres... y la música remata el conjunto cumplidamente.

La historia, aunque basada en una premisa y un mundo interesantes, no es particularmente memorable en su ejecución, pero es funcional para dar contexto a las misiones y un marco para el mundo abierto. También es curioso que los distintos capítulos muestran la perspectiva de las diferentes facciones, aunque al ser capítulos bastante cortos ninguna de las facciones está muy desarrollada.

El juego no es difícil, aunque en cierto momento de la historia noté un incremento repentino de la dificultad que me hizo darme de cabezazos unas cuantas veces, hasta que descubrí que puedes subir de nivel y mejorar tus stats, cosa que me había pasado por alto. Tras grindear algunos niveles con misiones secundarias, no volví a tener problemas en todo el juego. Las carreras sí son un verdadero dolor y no conseguí terminar ninguna, pero por suerte son completamente opcionales.

Aparte de las misiones principales que avanzan la historia, hay misiones secundarias únicas y misiones repetibles. Al parecer, también hay una cadena de misiones "secretas" que puedes hacer si te conviertes en pirata, que es una mecánica que ni siquiera sabía que existía y que tengo ganas de probar.