Acerca de este juego

Permíteme confesar que te encuentro demasiado tangible para ser un ente fantasmagórico.

Debo decir que es realmente extraño que seas el primer ser vivo que me he encontrado jamás en este lugar. Sin embargo, me presentaré. Soy el Juez.

El Bateador tiene una misión sagrada que cumplir.

Él busca purificar el mundo. Tú, entonces, el controlador, el alma que alberga, debes ayudarle en esta loable misión. Junto a mi compañero deportista te encontrarás con puzles que resolver, individuos hostiles a los que golpear en nuestras zonas salvajes y una red de barcas cisne y locomotoras interurbanas cuya logística y avances administrar.

Yo también viajo por todas las zonas de este mundo.

Abre tus alas y ¡vuela hacia esas zonas sin titubear! Todas ellas están llenas de extraños y encantadores seres así como de todas las convenciones modernas. Todas ellas, hay que decir, parece que requieren de una aplicación benéfica de los músculos de la muñeca de nuestro amigo el Bateador. No te preocupes, mi querido fantasma—yo, el juez, estaré contigo (en cuerpo y alma) en los momentos más cruciales de tu misión.

Voy a borrarte esa insufrible sonrisa de la cara.

¿Cómo te atreves a hablarme? ¿Por qué has decidido ser un grano en el culo? La Reina me eligió para proteger la zona 1, y he dedicado toda mi vida a ello.

Escucha. Sal de aquí, y llévate esos fantasmas contigo, o te mataré. Espero que esté lo suficientemente claro.