Durante la lucha contra los Caballeros del Perro Negro y Wyald, Griffith observa intensamente las reacciones de Guts y Casca. Después de haber sido atacados por Wyald, los miembros de la Banda del Halcón reposaban de sus heridas cuando el apóstol a quien creían muerto agarra a Griffith (a quien Guts había puesto su armadura ante la insistencia del Halcón) para que activara su beherit, sin saber que lo había perdido. Es entonces que le arranca la armadura y muestra a los presentes su estado. Tras la aparición de Zodd y la muerte de Wyald, la Banda se asienta en un prado donde discuten sobre su destino, dado que su líder ya no podía siquiera hablar. Entonces, Griffith tiene una alucinación donde es invitado por su "yo" de su niñez a que lo siga para llegar al castillo de sus sueños. A continuación se marcha con una carreta creyendo que se acercaba a su castillo. Al darse cuenta, Guts y los demás lo siguen. Poco después, la carreta desboca y el Halcón cae en un lago donde intenta suicidarse perforándose la garganta y, ante su futilidad, comienza a reírse. Entonces se percata de que tiene un objeto en la mano: el beherit. A continuación lo levanta y, mientras recuerda las palabras de Zodd al matar a Wyald, comienza un eclipse solar que Guts ve inmediatamente al llegar. Guts observa que detrás de Griffith había varias figuras humanoides mientras se acerca a Griffith y le toca en el preciso momento que este pensaba que, si Guts le tocaba entonces, nunca más podría perdonarle de nuevo. Guts le alcanza, lo que inicia el Eclipse al reaccionar el beherit ante la desesperación del Halcón.

Poco después, uno a uno se van presentando los miembros de la Mano de Dios, que explican cómo Griffith se convertirá en uno de ellos si decide sacrificar a sus compañeros. Conrad erige una mano gigantesca que actúa como altar. Si bien Griffith intenta sujetar a Guts para que no caiga, su debilidad hace que le suelte. Guts comienza a trepar hacia arriba. Al aceptar el proceso ofrecido por los Ángeles Guardianes tras ver quién es en realidad, Griffith mira a Guts, que ha conseguido subir al altar, y reflexiona cómo entre miles de mis hombres, entre decenas de miles de sus enemigos, él fue el único que le hizo olvidar su sueño. Así, Griffith los ofrece. Void marca a los componentes de la Banda con el Estigma y el Halcón es encerrado en la mano para convertirlo en Femto.

Eclipse1
Griffith nota cómo la luz se aleja cada vez más de él mientras se hunde. Sin cuerpo, nota cómo las muertes de sus compañeros le traspasan. Pese a que es lo que ha deseado, no siente nada. Algo o alguien afirma que, cuando una persona se enfrenta a un dolor desgarrador, su corazón se hiela. Asimismo, dice que los beherits son salpicaduras, gotas de ideas ("rencor" en la traducción de Maximum Berserk) surgidas de "este mar" y caídas en el averno - agua que llama a un mundo alternativo. Habiendo sido vislumbrado, este ser interpelado por Griffith como "¿Dios...?".

El Halcón, al verlo en el Abismo se sorprende y le pregunta si esa es su verdadera forma, a lo que este le responde que es su núcleo. Le explica en lo que se convertirá Griffith y le revela que es responsable del hombre que él es, habiendo cultivado su linaje, la gente que ha conocido y el contexto histórico en el que viviría. Le asegura a Griffith que su deseo es el de la Idea del Mal y que sus acciones resultarán igualmente adecuadas independientemente de si traen sufrimiento o salvación para la humanidad, ya que son a fin de cuentas algo deseado. Su conversación finaliza diciendo a Griffith que haga lo que quiera. A continuación, permite a Griffith utilizar el poder de las emociones en el Abismo para cambiar su propia forma para su tarea, dando así a luz al quinto Mano de Dios, Femto.

Al final de su transformación, se acerca a donde se encontraba Guts mientras intentaba salvar a Casca de un grupo de apóstoles que la habían atrapado, pero su brazo había sido atrapado por un apóstol llamado Borkoff. Es entonces cuando Femto la viola. Guts, al ver esto, intenta deshacerse de Borkoff clavando su espada en la mandíbula, pero esta se rompe y con lo que queda de la espada se corta el brazo y corre para detener a Femto, pero varios apóstoles lo atrapan. El Caballero de la Calavera aparece. Femto intenta pararle usando cuerpos de los propios apóstoles en una bola, pero de alguna forma, el Caballero de la Calavera libera a Guts y Casca y se los lleva fuera de allí. Femto se queda inmóvil y el resto de la Mano de Dios conversa sobre lo que ha acaecido.