El nombre de Kojima es tan grande como su narcisismo. Nacido en Tokio en 1963, fue un estudiante de cine y economía que, durante su juventud, dirigió varias cintas que nunca vieron la luz del sol o no fueron reconocidas. Tras tantos fracasos, decidió hacer cine de otra manera, más interactiva, en los videojuegos, con su gran creatividad y originalidad, creando obras magnas.

Kojima es aclamado por la creación de la saga “Metal Gear”, con conflictos bélicos, morales, políticos y con personajes memorables con sus contradicciones y espejo en las personas como el soldado “Solid Snake”, la persona más cruda y vulnerable mentalmente. "Metal Gear" demuestra todo lo malo del mundo en el más mínimo detalle de una persona o problema que sucede interno o externo, que quieran o no, esto nos afecta de alguna u otra manera, aunque no seamos el mal ni el objetivo.

Esto lo veremos repetido en cada entrega que nos muestra Kojima, donde la condición humana es siempre destructiva. Cada diálogo y escena que nos entregan es reflexivo. Kojima utiliza hasta el más mínimo detalle para que sintamos un apego odioso a toda la situación, nos hace pensar si realmente lo que hacemos está bien y no solo dentro del juego; esta saga de videojuegos nos demuestra que cada acción que hagamos tiene un efecto y que no todo lo que hagamos funciona como queremos o que no todo lo que pensamos lo podamos hacer realidad, ya que el fallo humano siempre está presente.
Cada mundo que nos presenta Kojima tiene hasta el más mínimo detalle en cada espacio de la arquitectura que vemos. Estamos dentro del juego reflexionando y pensando por qué esto está acá o qué significa. ¿Nos sumergimos en un mundo detallado ya que el real es muy superficial para apreciar?
La creatividad de Kojima es inmensa como su EGO. Es cierto que ha creado grandes obras aparte de la saga "Metal Gear", pero su pensamiento es que el mundo no lo aprecia; el mundo se está pudriendo y él quiere demostrarlo con sus obras. Cada juego que hace es una crítica a todo lo que conocemos y él mismo ha dicho que su obra “no es para todos” y “Quizá sea un juego difícil de entender para cierto tipo de público y críticos”, sin importar quién lo critique, él siempre será un incomprendido, dirá.
Es cierto que en la historia de los videojuegos ha dejado su huella y sentado bases para muchas otras obras, siendo el que experimentó con estos actos reflexivos y dándonos cinemáticas tan espectaculares que solo con eso puede ser una película tan abundante de arte. Él ha sido la plataforma para las naves que viajarán en un futuro, expandiendo sus ideas a las personas, demostrando que no todo es malo y que aunque podemos cambiar, debemos ser cuidadosos con lo que hacemos y deseamos, ya que cada movimiento debe ser apreciado ante una corta pero emocionante vida.