"Como un mártir, aquel joven desconsolado escapaba del amor porque solo le traía tragedias y una tristeza inconmensurable. ¿Cómo es posible que algo tan "blando" pueda ser considerado un sentimiento inhóspito? Ninguna de sus respuestas le convencía, pero su seguridad en cuanto a la idea de ya no integrarse en ninguna relación amorosa lo mantenía a penas aliviado, y de forma deliberada decía que ninguna persona ética y moral puede sufrir por una persona fuera de su círculo parentesco, los amigos, cosas y animales con los que confraternizó también forman parte de; sin embargo, con esa mentalidad, le esperaba una fila eterna de tierra y polvo, aunque su consciencia no le daba el favor de tirarle el polvo y la tierra del lugar, el tiempo se encargaría de ello."