Asenna Steam
kirjaudu sisään
|
kieli
简体中文 (yksinkertaistettu kiina)
繁體中文 (perinteinen kiina)
日本語 (japani)
한국어 (korea)
ไทย (thai)
български (bulgaria)
Čeština (tšekki)
Dansk (tanska)
Deutsch (saksa)
English (englanti)
Español – España (espanja – Espanja)
Español – Latinoamérica (espanja – Lat. Am.)
Ελληνικά (kreikka)
Français (ranska)
Italiano (italia)
Bahasa Indonesia (indonesia)
Magyar (unkari)
Nederlands (hollanti)
Norsk (norja)
Polski (puola)
Português (portugali – Portugali)
Português – Brasil (portugali – Brasilia)
Română (romania)
Русский (venäjä)
Svenska (ruotsi)
Türkçe (turkki)
Tiếng Việt (vietnam)
Українська (ukraina)
Ilmoita käännösongelmasta
Mirándome a los ojos, mi vieja, descanse en paz, ya una vez me dijo
Y que razón tenía al advertirme de esta vida puerca
No críes cuervos, o arrancaran tus ojos de sus cuencas
Me he dado cuenta que la verdad es tan relativa
Y la realidad es tanta mentira
Perros tratando de invadir mi propiedad priva' mientras dormía
Buscando robar mis hembras, mis reales, mi comida
"Maldito sea el hombre que confía en otro hombre"
Gran verdad en esa frase se esconde
Me siento como un loco al tratar de confiar yo todavía
En alguien en el planeta de la hipocresía
¡Válgame, soy un iluso! Tan bravo que me la doy
Y el abuso es natural que en contra de mí den uso
Mundo sucio donde todos piensan solo en ellos mismos
Malditos mil veces, títeres del egoísmo