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por los montes de Toledo,
se encontro una hermosa niña,
que se estaba metiendo el dedo.
El conde, admirado,
de sus lindos muslazos,
se bajo del caballo,
y la echo tres polvazos.
La dama defendiose como pudo,
pero el conde dijo:
¡otra ronda!
y la metio por el culo.
1:40 PM
El conde de Bragamonte,
que jamas enemigo tuvo,
usaba la picha como espada,
y los cojones como escudo.
Lo dejó de raíz, pero ya era tarde. Tres años después contrajo cáncer de pulmón y falleció al poco tiempo.
Como consecuencia, yo jamás he fumado, pues sé el daño que puede llegar a hacer. Aunque para ser sincero ahora me arrepiento de no haberlo hecho, porque tu AIM me ha dado cáncer de todas formas.