El problema incremento cuando empecé a desarrollar fetiches extraños, como la excitacion por insectos. Metía mi polla en colmenas de hormigas, en panales de abejas y avispas, etc.
De tanto porno que veía, empecé a querer mantener relaciones con familiares, pero la idea que de verdad me la ponía como si fuese de titanio era la de hacer que todos comieran de mi semen.
Estaba en el baño, me aburría, así que como de costumbre, me empecé a hacer una paja, pero entonces me fijé en la pasta de dientes. Sabía que hacer.
Corté la parte superior del recipiente y empecé a masturbarme con la pasta. Era como hacerse una paja con un pañuelo de menta, se sentía fresco. Me vino a la mente la idea de follarme a un pingüino, me lo apunté en la mente. Mientras tanto me tenía que conformar con los grumitos de la pasta de dientes.
Estaba a punto de echarlo todo, pero entonces entró mi abuela al baño, me giré hacía ella y antes de darme cuenta estaba echando la mayor lefada de mi vida, para más excitacion si cabe, el esperma salió por el agujero de la pasta de dientes, llenando a mi abuela de el.
La habitación se llenó de mi semen, había por todos lados, por las paredes, por las ventanas, en el baño, pero sobretodo, en los cepillos de dientes.
Mi abuela, impactada, se desmayó. Aproveche para dejarla en la cama y así aparentar que estaba soñándolo todo, de paso me hice otra paja en sus sábanas.
Limpié todo el cuarto de baño menos los cepillos de dientes, mas pronto que tarde, toda mi familia se estaba lavando los dientes, era mi momento.
Con polla en mano, entré al baño y eché toda mi lefa sobre ellos, causando un estruendo increíble y poniéndome la polla como si fuese de titanio.
Eventualmente me desheredaron y me sacaron de casa, pero yo sigo con la ereccion desde entonces. Siempre que puedo, tiro lefa a las puertas y ventanas de la casa.

El problema incremento cuando empecé a desarrollar fetiches extraños, como la excitacion por insectos. Metía mi polla en colmenas de hormigas, en panales de abejas y avispas, etc. De tanto porno que veía, empecé a querer mantener relaciones con familiares, pero la idea que de verdad me la ponía como si fuese de titanio era la de hacer que todos comieran de mi semen. Estaba en el baño, me aburría, así que como de costumbre, me empecé a hacer una paja, pero entonces me fijé en la pasta de dientes. Sabía que hacer. Corté la parte superior del recipiente y empecé a masturbarme con la pasta. Era como hacerse una paja con un pañuelo de menta, se sentía fresco. Me vino a la mente la idea de follarme a un pingüino, me lo apunté en la mente. Mientras tanto me tenía que conformar con los grumitos de la pasta de dientes. Estaba a punto de echarlo todo, pero entonces entró mi abuela al baño, me giré hacía ella y antes de darme cuenta estaba echando la mayor lefada de mi vida, para más excitacion si cabe, el esperma salió por el agujero de la pasta de dientes, llenando a mi abuela de el. La habitación se llenó de mi semen, había por todos lados, por las paredes, por las ventanas, en el baño, pero sobretodo, en los cepillos de dientes. Mi abuela, impactada, se desmayó. Aproveche para dejarla en la cama y así aparentar que estaba soñándolo todo, de paso me hice otra paja en sus sábanas. Limpié todo el cuarto de baño menos los cepillos de dientes, mas pronto que tarde, toda mi familia se estaba lavando los dientes, era mi momento. Con polla en mano, entré al baño y eché toda mi lefa sobre ellos, causando un estruendo increíble y poniéndome la polla como si fuese de titanio. Eventualmente me desheredaron y me sacaron de casa, pero yo sigo con la ereccion desde entonces. Siempre que puedo, tiro lefa a las puertas y ventanas de la casa.