Conocí a Tomi en el penal de Ezeiza. Éramos compañeros de celda. Aprendí muchas cosas de él y le estoy muy agradecido hasta el día de hoy. En los descansos del trabajo voluntario que hacíamos para acortar nuestro tiempo, me enseñó latín, lógica, historia romana y artes. Hoy le debo gran parte de mi aprendizaje a este wachin. Lo único que lamento de mi tiempo en prisión es que no lo ayudé en los momentos de tension sexual. Los demás presos se aprovecharon de su fragilidad e inocencia para obligarlo a hacer cosas que antes hacía por elección. Pero en fin, pasado pisado... Me alegra ver que superaste toda esa violencia y encontrarte aquí en Steam... Un abrazo y deja esos recuerdos atrás!

a las 5 en la estación de burzaco, gil