En un mundo donde las sonrisas son máscaras y las palabras son cuchillos afilados, los seres humanos se regocijan de hipocresía, envueltos en una falsedad que es tan intrínseca como el aire que respiran. La sociedad, decadente y desgastada, refleja la superficialidad, donde la verdad es sacrificada en el altar de la conveniencia. En esta oscura sinfonía de egos inflados y corazones vacíos, la moralidad yace destrozada, pisoteada por la vorágine del egoísmo, perdida en laberintos de codicia y ambición. La verdad se convierte en una mercancía escasa. Así, en este teatro de ilusiones rotas, el ser humano se arrastra en la penumbra de su propia creación, perdido en una realidad donde lo auténtico se desvanece, dejando tras de sí un rastro de desilusión y desesperanza. Ya no hay nada, nada que podamos hacer para revertir eso. Att ainswoth ebrio

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algo bonito

Te respeto aunque seas main Teros