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Estimado, nos comunicamos desde el CNIU (Centro Nacional de Investigación en Urología)
Para responder a sus consultas:
1) Efectivamente, 6cm es considerado un micropene.
2) No, actualmente no hemos creado ningún medicamento que alargue el pene.
3) Le recomendamos abandone el uso de las "bombas de estiramiento peneano" ya que su efectividad es sólo un mito y puede traer serías complicaciones, como disfunción eréctil.
4) Su disfunción es debido al uso indiscriminado de dicha bomba. Por eso recomendamos discontinuar su uso.
5) Lamentablemente en el 83% de los casos los efectos secundarios son permanentes.

Ante cualquier consulta no dude en contactarnos nuevamente. Le deseamos mucha suerte y hasta la próxima.

Centro Nacional de Investigación en Urología
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Reducido entonces, a aquello que soy realmente, a mis límites, a mis deudas, como a mi fé difícil, me siento ahora más libre de mostrarles, para finalizar, la medida de la generosidad de la distinción con la que me acaban de honrar, y más libre de decirles también, que me gustaría recibirla como un homenaje rendido a todos aquellos que, compartiendo el mismo combate, no han recibido ningún privilegio, sino que por el contrario, no han conocido más que desdicha y persecusión. Me resta entonces, agradecerles, desde el fondo de mi corazón, y hacerles a ustedes de manera pública, en testimonio de mi gratitud, la misma y eterna promesa de fidelidad que cada artista verdadero, cada día, se hace a sí mismo, en el silencio.

¿Qué escritor entonces, entre todos los que existen, podría bajo su buena conciencia, nombrarse predicador de virtudes? En cuanto a mí, me hace falta una vez más, decir que yo no soy nada de ello. Jamás he podido renunciar a la luminosidad, a la dicha del ser, a la vida libre en la que he crecido. Pero aunque esta nostalgia explica muchos de mis errores y de mis faltas, me ha ayudado sin duda, a comprender mejor mi trabajo, ella me ha ayudado todavía más, a mantenerme ciegamente, cerca de todos esos hombres silenciosos que no soportan en este mundo la vida que les ha tocado, más que por el recuerdo, y por aquellos breves y libres regresos a la felicidad.

Al mismo tiempo, luego de haber hablado de la nobleza del trabajo del hecho de escribir, quisiera reposicionar al escritor en su verdadero lugar, no habiendo para ello otros títulos que aquellos que comparte con sus compañeros de lucha, vulnerable pero a la cabeza, injusta y apasionada por la justicia, construyendo su obra sin honor ni orgullo a la vista de todos, siempre dividido entre el dolor y la belleza, y finalmente dedicado a extraer de su doble ser, las creaciones que él intenta obstinadamente construir, dentro del movimiento destructor de la historia. ¿Quién podría, después de de todo esto, esperar del escritor soluciones ya cerradas y provenientes de bellas morales? La verdad es misteriosa, escurridiza, siempre a conquistar. La libertad es peligrosa, tan dura como exaltante para vivirla. Nosotros debemos caminar entre esos dos fines, laboriosa pero decididamente, con la certeza del avance sobre nuestros fracasos en un camino sumamente largo.

Ninguno de nosotros es sin embargo tan grande para una vocación así. Pero, en todas las circunstancias de su vida, en la oscuridad o provisionalmente célebre, arrojado a los infiernos de la tiranía o libre de expresarse por un tiempo, el escritor puede encontrarse con el sentimiento de una comunidad viva que lo justificará, con la sola condición de que él acepte, mientras pueda, aquellas dos cargas que harán a la grandeza de su trabajo: el servicio a la verdad, y el servicio a la libertad. Teniendo en cuenta que su vocación es aquella que debe reunir al mayor número de hombres posible, no puede acomodarse en la mentira y en la esclavitud, ya que allí donde ellas reinan, proliferarán las soledades. Cualesquieran que sean nuestros infiernos personales, la nobleza de nuestro trabajo, se encontrará enraizada siempre, entre dos compromisos difíciles de mantener-- la refutación a mentir sobre todo aquello que sabemos, y la resistencia a la opresión.