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Imagina que tienes los ojos vendados y recibes la mejor mamada al estilo de una estrella porno en todo el universo. El problema es, sin embargo, que nunca descubrirás quién te está dando ese blowjob increíble y asombroso a menos que te quites la venda de los ojos. Podría ser cualquiera, Ariana Grande, la hermana de Ben Shapiro, Harold del 7-11 cerca de mi casa, George Floyd o incluso el gato del bombero del vecino de tu tío. Ahora la pregunta es: ¿te quitarías la venda de los ojos y descubrirías quién es la persona/cosa detrás de la estupenda palanqueta y te arriesgarías a dejarte una cicatriz permanente, o te mantendrías la venda puesta y seguirías golpeando tu perilla hasta que tu espíritu golpee el ¿cielo?