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1- Pon abundante agua en una cazuela con agua y un chorrito de aceite para hervir. En cuanto empiece a hervir, agregar los macarrones y dejarlos que se cuezan por unos 10 a 15 minutos, según lo indique el fabricante. Cuando estén en su punto, sácalos y deja que se escurran bien. Reservarlos.
2- Ahora, vamos preparar la salsa bechamel. Para empezar, derretimos la mantequilla y enseguida añadimos otras la harina sin dejar de remover con una varilla para que se mezclen bien.
3- A continuación, añadimos poco a poco la leche, sin dejar de remover, para ir formado una bechamel que no quede demasiado espesa. Añadir la sal y la pimienta, si lo deseas.
4- El siguiente paso es mezclar los macarrones con la salsa y cuando estén bien impregnados vuélcalos en una fuente para horno. Espolvorea todo el queso sobre los macarrones y deja que gratinen en el horno. Sácalos cuando el queso esté dorado. ¡Buen provecho!