CAPITULO 1

Como era de esperar empecé con los bolsillos vacíos, pero he comprado; hay que consumir, sino, ésto no funciona. Ocasionalmente , con poco puedes tener suficiente.
Levantas la mirada y ves lo que ocurre. Lo de siempre, las cosas van mal y nadie hace nada por arreglarlo; quizá aparezca un salvador , puede ocurrir un milagro.
De mal en peor, pero si hay un poco de suerte uno soporta lo que le venga; pienso porqué entré aquí, quizá no tenía un sitio mejor a donde ir.

CAPITULO 2

Cuando ya nadie espera nada más que el fracaso, actúo; no soy el mejor, ni mucho menos, pero alguien tiene que hacer algo, sobre todo porque ésto tiene una justificación. Hijo, quizá no me entiendan nunca, pero ésto tiene sentido.
No me juzgues, hijo, si cuando a penas has nacido yo arriesgo mi vida y no es por ti. Si te dicen que me dispararon ,es cierto; si te dicen que entre donde nadie quiso entrar, es cierto. Pero no me juzgues, hijo.

CAPITULO 3
Yo hubiera querido activar el explosivo y huir a tiempo, pero ya es imposible. Dos policias me acosan desde Escas y otro hace las veces desde Larga; no aguantaré mucho. Estoy inclinado, protegido por dos cajas de madera enormes y se lo que guardan. Es aterrador pensar que están abriendo fuego sobre ellas. Las armas químicas no detonan; para eso necesitamos la C4, debe estallar para que el mundo sea liberado.

CAPITULO 4

Si lees ésto, puedes saber que los dos compañeros que pudieron ayudarme no lo hicieron; estan lejos, en otro sector, creo que huyen. Miro el radar de última generación integrado en mis gafas y comprendo que no vivo en un mundo de ideales y de honor, aquí todos quieren volver a casa sanos y salvos.
Tanto es así, que los polis de Escas no se deciden a correr hasta la bomba. Ese al que llaman terrorista tiene muchos huevos, y en los huevos, justo debajo de ellos una bomba a punto de explosionar. Y no huye. Le dispara al poli de Larga. Suerte hubieran tenido si en el fuego cruzado yo hubiera caído, pero su colega ha sido abatido.

CAPITULO 5
Cuando el mundo entero los observa para juzgar con avidez lo que está por ocurrir deciden avanzar hasta el punto A. Me están matando, hace rato que la metralla y los fragmentos de madera están dejando mi cara irreconocible.
Un intento de huir supondría mi muerte o podrían alcanzar la bomba y desactivarla. Decido mantener mi posición, tomar mi AK en mis manos como si se tratase de ti, hijo, la recargo y espero el momento. Escucho sus pasos, creo que todavía podrían desactivar. Me muevo lo justo y abro fuego. El primer poli revienta como un cerdo por caro que sea su chaleco, sin embargo, una sola ráfaga del segundo me hace desplomarme en la plataforma sin música de fondo.
Ojalá hubiera vivido lo suficiente para saber que pasó con aquella bomba.

....y este que me estoy fumando también va a tu salud!!! GRANDE JABATO