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Dificultad: Media
Tiempo total
20 m
Elaboración
5 m
Cocción
15 m
No utilices beicon; busca el auténtico guanciale italiano, con la papada del cerdo, o utiliza en su lugar una buena panceta fresca, retirando la piel. Córtala en trocitos de pequeño tamaño y fríe esos trocitos hasta que comiencen a dorarse.
Bate las 3 yemas con el huevo y el queso pecorino recién rallado hasta hacer una mezcla algo espesa. Dale unos toques de pimienta negra. Entre tanto, pon la pasta a cocer en agua abundante con sal, y sácala cuando falten un par de minutos para que esté al dente.
En la sartén donde habíamos reservado la panceta, agregaremos la pasta escurrida a la que añadimos la mezcla de huevos, queso y pimienta, mezclando bien. Agregamos también un cucharón del agua de cocción de la pasta.