Maxi
Buenos Aires, Argentina
Currently Offline
Review Showcase
613 Hours played
Siempre dudé si me iba a gustar esta saga porque el juego parece muy repetitivo. No solo me gustó, sino que Monster Hunter: World es lo mejor que jugué este año, sin ninguna duda. Las primeras horas me sentí un poco perdido, pero emocionado por la novedad. Después, el juego me fue atrapando cada vez más y perdí la noción del tiempo. Ahí me di cuenta que esto iba en serio pero, ¿por qué me enganchó tanto?

El ciclo del juego es muy sencillo de entender: cazás un monstruo, lo matás y obtenés sus restos, con esos restos creás armas y armaduras que te ayudan a matar a otro monstruo más fuerte, cazás otro monstruo, etc. Fuera de joda, es solo eso. ¿Es repetitivo? Sí. ¿Eso importa? No, porque cada misión es una experiencia memorable en sí misma y, aunque son lo suficientemente sencillas de entender, podés pasar cientos de horas y todavía seguir sorprendiéndote por un montón de detalles o situaciones que van a suceder a lo largo del tiempo.

Del mismo modo, el combate es clave. Se siente torpe al principio, cuesta unas horas acostumbrarse porque las animaciones son largas y no se pueden cancelar (si atacaste cuando no debías, chau). Pero aprender es muy gratificante, debido a dos motivos:
Primero, tenés que acostumbrarte a tu arma para aprender a usarla y segundo, se trata de prestar atención al comportamiento de cada enemigo y actuar en consecuencia. Así vas a entender cómo esquivar sus ataques y descubrir los momentos en que podés contraatacar y de qué manera hacerlo. Es pura sincronización, se trata de mimetizarte con el bicho que estás cazando.

La dificultad está equilibrada, el juego es desafiante pero no te frustra. La clave está en prepararte bien antes del combate y no arriesgar más de lo necesario. Aunque tengo que aclarar que la dificultad pega una subida más o menos pronunciada en la expansión Iceborne y puede ser un problema si todavía no aprendiste a defender correctamente. No suele ser para tanto, pero entiendo a los que se quejan en casos puntuales.

Aunque es cierto que la dificultad depende del monstruo que tengas que cazar y del arma que estés usando en ese momento. Por eso, vamos al tema más importante: hay CATORCE tipos de armas diferentes y cada una es un mundo. Además, la mayoría suele tener varios estilos de juego, por lo que incluso las que son “similares” (ballestas ligera y pesada, por ejemplo), si bien comparten algún aspecto, tienen diferencias fundamentales en la forma en que se juegan. Por ejemplo: la lanza es defensiva y se basa en los contraataques, la lanza pistola en cambio requiere un enfoque ofensivo para hacer estallar cargadores enteros mientras el enemigo no sabe ni por dónde vienen las explosiones (y a su vez, podés usarla como si se tratara de un arma cuerpo a cuerpo, una mixta o solo disparar a distancia, etc.). Después, hay armas realmente únicas como el glaive insecto (movilidad aérea nivel dios) y otras que te transportan a diferentes géneros: las espadas dobles te hacen sentir como Kratos —después del covid.
Además, TODAS son viables: si bien algunos enfrentamientos son más favorables que otros, podés pasarte todo el juego con una sola arma si sabés lo que estás haciendo. Lo mejor es que todas son divertidas a su manera y eso te incentiva a experimentar. O capaz que no, pero seguro vas a encontrar una que te va a gustar más y no la vas a querer largar. En cualquier caso, variedad no falta.

La progresión del personaje no es lo más importante. Está bien que consigas mejores armas y armaduras, pero lo que realmente cambia la experiencia del juego es la progresión tuya como jugador. Es incluso una cuestión de superación personal, de hacer las cosas de forma más eficiente (más rápido, con menos riesgos, con un arma diferente, etc.) y poder enfrentarte a mayores retos. Esto por si solo te puede enganchar lo suficiente como para seguir jugando por mucho tiempo. Cruzarte con un enemigo difícil, luchar para vencerlo y lograrlo finalmente se siente como un viaje que vale la pena experimentar.

Otro punto destacable es la ambientación, que es impresionante a muchos niveles. Ya no es que los gráficos sean buenos (que lo son), sino que cada mapa se siente como un ecosistema VIVO y lleno de detalles que te llevan a explorarlos. Podés tranquilamente quedarte viendo a algún bicho en particular (como si fuera un documental de Animal Planet —de hecho, hay videos de este estilo en youtube) y seguro te vas a sorprender con el resultado.

Sobre los monstruos no tengo mucho que decir, hay para todos los gustos. Algunos se comportan de forma más o menos previsible, mientras que otros se parecen a los fisuras que te cruzás en el furgón del tren a la madrugada. Son desafiantes y te obligan a adaptar tu equipamiento y estrategias para poder vencerlos, eso seguro.

Me gusta una frase que dice que, cuando pasás la historia, termina el tutorial y empieza el juego de verdad. La historia en sí es una gran excusa para salir a cazar bichos enormes, así que no esperes la gran cosa. Lo que sí, hay una cantidad absurda de misiones (en Iceborne esto se exagera más todavía) y todo el tiempo van saltando más y más cosas para hacer. Monster Hunter te transmite esa sensación de que siempre hay algo más y no se va a terminar así nomás.

Antes de terminar, voy a tomarme un párrafo para anotar un par de cosas no tan buenas:

- Como escribí antes, lleva unas horas acostumbrarse al combate. Se siente raro al principio, es un poco tosco y el ritmo es lento.
- Los tutoriales en general son bastante pobres. Lo básico está (y hay un montón de información dentro del juego), pero hay muchas cosas que no se explican y vas a terminar googleando en algún momento.
- La duración de algunas misiones puede ser excesiva, sobre todo la primera vez que las hacés: podés pasar media hora sufriendo y eso puede agobiarte. Eso sí, una vez aprendés a pelear contra ese monstruo en particular, los tiempos bajan MUCHO.
- Llegando al final del juego, el farmeo aumenta bastante. Obtener ciertas armas, adornos o armaduras te obliga a cazar enemigos varias veces, esperando que caiga un item que necesitás para craftear algo en particular. Tranquilamente podés tener mala suerte, que el item no te lo dropeen y tengas que volver a luchar un par de veces más. Si no te gusta esto, es probable que termines la historia principal y te aburras del juego.

En fin, no quiero extenderme más —ni seguir tirándole flores, creo que es suficiente. Hace rato que esperaba escribir esto, pero, como nunca paraba de jugar, se me complicaba. La verdad es que, seis meses después de que lo empecé, mis ganas de jugar no bajaron ni un poco. Esa me parece que es la mejor prueba que puedo mostrar al momento de recomendar Monster Hunter World.

Y no dije lo más importante: tenés un gato de mascota que pelea codo a codo con vos y te acompaña a todos lados. Juego de la década, 10/10.
Review Showcase
133 Hours played
Llegando a las 100hs, me veo obligado a elaborar una reseña. Había empezado a redactarla a las 50hs, pero dejé de jugar unos meses y me olvidé del archivo (hasta ahora). Si tuviera que definirlo en unas pocas palabras, Slay the Spire es un deckbuilder con aspectos de roguelike. Si esos nombres no te dicen nada, ahora te explico los detalles. Se viene una lectura bastante larga, espero que tengas algunos snacks para acompañarla.

Por cada combate que ganás en Slay the Spire, te dan a elegir una nueva carta para el mazo (entre 3 disponibles*). Aunque empezás con un mazo muy limitado, las cartas que vayas eligiendo lo irán orientando hacia diferentes estilos. Y la sinergia entre las cartas y reliquias te permite hacer combos realmente espectaculares, porque da bastante espacio para la creatividad (en los cuatro personajes). Hay diferentes niveles de rareza en las cartas, aunque no necesariamente las cartas raras son mejores que las comunes (solo salen con menor frecuencia). Evaluar qué carta es mejor para tu mazo (en ese nivel, contra un jefe en particular, etc.) es uno de los aspectos más interesantes de Slay the Spire, y es lo que te mantendrá pensando estrategias y combos a lo largo de toda la partida.

Si bien hay aleatoriedad en las cartas/reliquias que salen, el poder elegir una (o ninguna) te da bastante libertad en la construcción de tu mazo (sucede lo mismo con las reliquias, con algunas diferencias menores). Además, hay un comerciante que sale una o dos veces por nivel y te permite comprarle cartas, reliquias o pociones. Incluso te permite eliminar una carta de tu mazo, pagando una módica suma de dinero.
Los mapas se generan de forma aleatoria, pero podés elegir entre varios puntos de partida. Mientras vas avanzando, los caminos se van bifurcando y tus elecciones son cada vez más importantes. Hay zonas de enemigos, otras de comerciantes, los mini jefes, hay salas con un signo “?” donde suele haber algún evento, las hogueras (para descansar y recuperar un poco de vida, mejorar las cartas, etc.) y después, al final de cada nivel, hay un jefe más duro que el paco. ¿Vas a esquivar la mayor cantidad de enemigos posibles, para tener más chances de llegar al jefe final? ¿O vas a buscar a los mini jefes para conseguir todas las reliquias posibles, con el riesgo de morir en el intento?

Los enemigos son desafiantes: la primera vez que te los enfrentás, es todo un reto. Una vez conocés lo que hace cada uno (sus ataques, sus habilidades, las maldiciones que te aplican, etc) podés planificar mejor lo que vas a hacer, y ahí resulta un poco más accesible. La diferencia entre los combates comunes, los mini jefes y los jefes del final de cada nivel son sumamente interesantes. Cuando cambie la música, preparate, porque se viene tremendo bicho y vas a tener que pensar mucho para vencerlo.

Los gráficos están bien. El estilo no es muy vistoso, pero todo el conjunto funciona como debe. Aunque no te vas a quedar viendo los diseños todo el día (y tampoco es que lo necesites), la ambientación cumple su cometido.
La banda sonora, de la que no esperaba mucho, me sorprendió para bien. Tiene temas que acompañan muy bien según el momento (los combates contras los jefes son épicos gracias a esto). Tenía pensado silenciar la música apenas entré al juego, pero la tuve que dejar encendida por lo buena que me resultó.

Me acabo de dar cuenta que todavía no comenté nada negativo del juego, así que voy a decir que para algunos puede volverse repetitivo después de ganar un par de veces con cada personaje (sin contar los 20 niveles de ascensión). Y para otros la dificultad será demasiado alta, llegando a ser injusta (o con un componente aleatorio más alto del esperado). Para la gente que juega casualmente el juego podría ser menos disfrutable, ya que es necesario dedicarle algunas horas para conocer a los enemigos y aprender a usar los personajes. Sería comprensible pensar que, si alguien quiere entrar y ganar directamente, se choque contra la pared. Por suerte, nada de esto me pasó a mí.

Esto se está haciendo largo, así que mejor vamos cerrando la reseña. Después de casi 100hs, siento que lo que más pesa al jugar es la construcción del mazo. ¿La suerte condiciona las partidas? Si bien la suerte te puede complicar más o menos, muy raramente vas a perder por eso. Se toman tantísimas decisiones a lo largo de la partida, que un jugador más experimentado puede planear su mazo a largo plazo (por ejemplo, observando al jefe de ese acto –que se muestra apenas inicia el nivel) e ir notando las “señales” que el juego le va mostrando a través de las cartas y reliquias que van saliendo. Conocer a cada enemigo posible y las cartas que son más útiles en esos enfrentamientos es una de las claves para lograr vencer el juego de manera consistente.
Hay un equilibrio muuuuy fino entre un juego estratégico bien pensado y otro donde la aleatoriedad lo domina todo (te estoy mirando, Darkest Dungeon), por suerte Slay the Spire pertenece al primer grupo. La curva de aprendizaje está bien medida porque te ofrece un reto constante, pero superable. Cada derrota te va mostrando estrategias más optimas que te permiten ir mejorando poco a poco, mientras aprendés a controlar a cada uno de los personajes. Es una obra maestra y lo recomiendo tanto si te gustan los juegos de cartas, como si te gustan los roguelikes.

* Hay una reliquia que te permite elegir entre cuatro cartas, en vez de tres. Y otra que te da más energía por turno, pero ya no te deja elegir cartas (te salen de a una y solo podés aceptarla o rechazarla). Pongo este ejemplo porque representa muy bien el nivel de complejidad del juego.
Comments
Fynnek 1 Jun, 2017 @ 2:29pm 
gud and friendly trader :)
:steamhappy:
ChefrtaryOSteak (LND3) 16 May, 2017 @ 6:47am 
+Rep Fair and friendly... plus traded for a crate got a mystery decal(brings good luck)
Rex 12 Feb, 2017 @ 2:26pm 
+rep nice trader
Custard Gambit 11 Feb, 2017 @ 8:02am 
+rep fast, and friendly trader!
Don't mind me 24 Jan, 2017 @ 6:25am 
+rep your first one :P