Imagina que, un día cualquiera, Goku decide abandonar sus batallas intergalácticas y... ¡se pone a vender tortillas en la calle! Sí, ¡así como lo escuchan! En cuanto la gente lo ve, se arma un caos total. Todos, desde los chicos hasta los abuelos, se acercan corriendo para verlo, sacarse fotos y, por supuesto, probar las *famosas tortillas de Goku*.

Pero como es de esperar, Goku no hace las cosas a medias. Con su increíble velocidad, empieza a hacer tortillas como si estuviera entrenando para un torneo de artes marciales, ¡y en segundos tiene una fila de clientes que no dan abasto! Los otros vendedores de la zona, celosos de la fama de Goku, no tardan en desafiarlo a una competencia de tortillas. Pero claro, Goku no se queda atrás y acepta el reto, todo mientras se lleva a los clientes a un "desafío culinario" que termina siendo un verdadero festival de risas y amistad.

Eso sí, como siempre pasa con Goku, la cosa no termina ahí. Un cliente confundido, que parece buscar algo más que tortillas, provoca un pequeño altercado. Pero, tranquilos, ¡Goku lo resuelve con un *Kamehameha* en el aire! ¿Quién podría resistirse a un espectáculo como ese?

Al final del día, Goku no solo se gana el cariño de todos, sino que también se adapta a la cultura local, ¡organizando un asado con toda la gente del barrio! *¿Quién se anima a decir que el mejor héroe de todos no sabe también cómo disfrutar de la buena comida?*


fin.