Qué voy a decir que no se haya dicho ya de RDR2. Acabo de terminar la historia después de 130 horas y siento que podría jugar otras 130 más simplemente montando a caballo, cazando, pescando y explorando el abrumador mundo abierto que han creado los chicos de Rockstar.

Los gráficos son un capítulo aparte. Estoy sin palabras. En mi opinión, no hay nada más bestia en 2020 que ver como se mueve RDR2 en un PC en ULTRA. Es como vivir dentro de una inmensa maqueta del oeste.

Es un juego que cambia tu forma de jugar. Es pausado, contemplativo, se recrea en pequeñas cosas y justo por eso no es para todo el mundo; pero si disfrutas de este tipo de juegos en los que la prisa se deja de lado, te vas a encontrar con una de las aventuras mejor escritas que recuerdo haber vivido delante de un monitor. ¡Muchas Gracias Rockstar!