Instale o Steam
iniciar sessão
|
idioma
简体中文 (Chinês simplificado)
繁體中文 (Chinês tradicional)
日本語 (Japonês)
한국어 (Coreano)
ไทย (Tailandês)
Български (Búlgaro)
Čeština (Tcheco)
Dansk (Dinamarquês)
Deutsch (Alemão)
English (Inglês)
Español-España (Espanhol — Espanha)
Español-Latinoamérica (Espanhol — América Latina)
Ελληνικά (Grego)
Français (Francês)
Italiano (Italiano)
Bahasa Indonesia (Indonésio)
Magyar (Húngaro)
Nederlands (Holandês)
Norsk (Norueguês)
Polski (Polonês)
Português (Portugal)
Română (Romeno)
Русский (Russo)
Suomi (Finlandês)
Svenska (Sueco)
Türkçe (Turco)
Tiếng Việt (Vietnamita)
Українська (Ucraniano)
Relatar um problema com a tradução
El empanado añade una corteza exterior crujiente que evita la pérdida de los jugos pero también absorbe la grasa usada al freír. Lo que distingue al pollo frito de otras frituras de pollo es que habitualmente se corta por las articulaciones, dejando los huesos y la piel intactos. La piel crujiente bien condimentada, sin exceso de grasa, es el rasgo distintivo de un pollo bien frito.
Se puede aderezar con salsa tártara, kétchup o salsa picante.