Antes que nada, si entraste a buscar reseñas del juego y queres un incentivo rápido y conciso para empezar esta maravillosa aventura: si te gustó a Plague Tale Innocence, esta secuela es más y mejor que su predecesor; es el cierre que merecía una historia tan hermosa y genuina como la de los hermanos de Rune. Ahora, si por alguna razón te interesa leer mis divagues acerca de esta trágica y hermosa épica, los sentimientos que se apoderaron de mi a lo largo de las historia y asimismo, los mensajes que interpreté, sos libre de seguir leyendo.

En primer lugar ¿Qué trae de nuevo ‘A plague Tale: Requiem’? Realmente son pocas las innovaciones de este juego a nivel mecánico, ciertamente continua bebiendo mucho jugablemente de su predecesor; la novedad más notable es la ballesta, la cual he decir que es divertida de jugar, está bien implementada y se siente bien el disparar con ella, además de la mecánica extra de los virotes, que mantienen los efectos por un tiempo; sin embargo, es un hecho que, si se hacen las mejoras adecuadas, está completamente rota, aunque en sí esto sucede con el juego en su conjunto, llegado un momento, ya la dificultad no importa, es prácticamente inexistente. Pero esto no quita que me haya divertido, sobretodo en los escenarios de sigilo, que son muchos y considero están bien planteados.
La banda sonora del juego es otro apartado del que necesariamente hay que hablar, y es que es sublime, ni más ni menos. Acompaña en todo momento, es capaz de transmitir los sentimientos adecuados en el momento correcto. Derrocha epicidad cuando debe hacerlo, y es un una sinfonía lenta y triste cuando corresponde. Porque si se quiere contar una historia, la buena música no debe faltar y este es un claro ejemplo; no puedo agregar más, porque como el arte mismo, algunas cosas deben de vivirse en carne propia para sentir su magia, su dulce caricia al oído en esos momentos felices, en los que parece que todo va a estar bien y solo vemos a dos hermanos jugando y disfrutando su niñez, o esa composición tensa y apagada que suena en los momentos más desgarradores, en los que ves a los personajes hundidos en la profundidad de su propia miseria. Asimismo, si hablamos de la banda sonora, debemos hablar de su compañero más fiel al momento de ilustrar la historia, porque este juego es una delicia en lo que respecta al apartado gráfico. Se nota que los desarrolladores no tuvieron miedo en exigirle al motor, para brindarnos una experiencia inmersiva y extremadamente realista; pero no solamente quiero destacar la potencia gráfica del juego, sino que también me encantaron los escenarios, realmente parecen armados al milímetro. Desde las hermosas ciudades floreadas, hasta el más profundo de los abismos; todo está en donde debe estar. De esta forma, cuando juntamos una excelente potencia gráfica y escenarios bien armados, obtenemos un juego capaz de darnos imágenes equiparables a lienzos pintados minuciosamente para transmitir todas las dimensiones humanas, desde la mas esperanzadora, hasta la más detestable de ellas.


Por último, me gustaría adentrarme en la historia (cuidado que puede haber algún spoiler indirecto) y el inevitable contraste que hay entre la escritura de esta secuela y su predecesor. En primer lugar, los personajes de ‘A Plague Tale: Requiem’ están excepcionalmente bien escritos, y son infinitamente mejores que los de su predecesor. Está perfectamente planteada la idea del mundo del juego, y esta se plasma en los personajes. Mientras algunos como el Conde o Arnaud son personas moldeadas por la guerra, que siguen adelante alimentando la llama en su corazón que esta dejó, una llama que no les interesa contener, que dejan salir para hacer arder al mundo con ella. Por otro lado, hay personajes como Sophia que quieren escapar de este fuego que no hace más que forjar hombres alienados y presos de un mundo que los detesta, personas que quieren ser libres, y como es el caso de Sophia ven en el mar esta libertad ajena al pecado.
Pasando a nuestros protagonistas, Amicia y Hugo, hay un cambio respecto al juego anterior. Y es que uno creería que los personajes van a cambiar de otra forma, y que por ejemplo tendríamos a una Amicia más madura. Pero la realidad es mucho más compleja que eso; Amicia se encuentra a si misma en un mundo que no hace más que atacarla, que la hunde constantemente en el más profundo y oscuro de los infiernos, todo por querer salvar a su hermano, a la persona que la motiva a seguir adelante, un alma que siempre estará ahí para acompañarla y alegrar sus días. De ahí que es entendible que en ciertos momentos Amicia actúe de forma errática e irresponsable, porque ya está cansada de luchar, de enfrentar sola a un enemigo imbatible, el mundo mismo. Entonces, es que ella se deja consumir por esta llama metafórica que vengo nombrando y que tan bien describe su actitud. Por ello, todo esto me parece un acierto, no nos podemos olvidar de que Amicia tiene quince años, y que cuando se normaliza tanto el asesinato y el terror, no es de extrañar que hasta los niños lo vean como un desahogo más; el mundo es frustrante, a veces tan decepcionante que quema y duele.
Por otro lado está Hugo, el personaje con el desarrollo más sorprendente, y a mi parecer, mejor llevado del juego. En ‘A plague Tale Innocence’ Hugo es un niño de seis años, que en varios momentos no termina de comprender su situación y que funciona como un alivio para todo el drama que lo rodea. Sin embargo, en esta entrega la cosa cambia un poco, aunque por momentos vemos nuevamente a este Hugo lleno de amor por la vida; hasta él está cansado de luchar, y con esta primicia se nos dirige a un eventual final, lógico pero a la vez cruel <I Will be… If I Kill All I Love.> Aún así, el juego también nos demuestra que por más mal que el mundo nos pueda hacer sentir, no hay un motivo real para dañar. Porque siempre va a estar la gente que amamos; la familia y los amigos nos hacen ser mejores, por ellos, porque necesitan vivir en un mundo mejor tanto como nosotros.
‘A Plague Tale: Requiem’ es un juego hermoso y trágico en partes iguales, una oda a la lucha del espíritu humano, como si de una fuerza imparable se tratara, contra un mundo que por su indiferencia sería ese objeto inamovible. Por eso mismo, el mensaje de este juego es cruel y real, pero también liberador. Porque sin duda, ‘A plague Tale: Requiem’ nos demuestra que hay una placentera libertad en el cambio, y que el dejar ir es esencial para avanzar. Si bien el paraíso puede convertirse en un infierno; un infierno puede convertirse en paraíso, y la distancia entre estos dos está en perdonarse a sí mismo, perdonarse por dejar ir.