Milicos terrible bellakos

Yo obtengo mi fuerza de Dios.

No me acuerdo, pero no es cierto. No es cierto, y si fuera cierto, no me acuerdo.

Me considero un ángel. Reflexionando y meditando, soy bueno. No tengo resentimientos, tengo bondad. No me considero un dictador, sino un ángel patriótico que no tiene que pedir perdón a nadie.

Yo no amenazo, no acostumbro amenazar. Sólo advierto una vez. El día que me toquen a alguno de mis hombres se acabó el estado de derecho.

Yo los estoy viendo desde arriba porque dios me puso ahí, la providencia, el destino, como quieran llamarlo, me ha puesto ahí.

Felicito a los buscadores de cadáveres.

Soy la voz de los débiles. De los que no tienen voz.

Soy el general de los pobres.

Se mata la perra y se acaba la leva.

Siempre he dicho que esto debe terminar, dar vuelta la hoja y seguir adelante.

¿A quién le vamos a pedir perdón? ¿A los que trataron de matarnos? ¿A los que trataron de liquidar a la patria?.

Nosotros no vamos a entregar el Gobierno por puro gusto.

No se mueve ninguna hoja en este país si no la estoy moviendo yo, que quede claro.

Esta nunca ha sido dictadura señores, esto es dictablanda, pero si es necesario vamos a tener que apretar la mano, porque primero hay que salvar al país y después miraremos hacia atrás. Por eso creo y estoy fielmente convencido de que solamente cuando los chilenos vean lo que es el comunismo,cuando los chilenos entiendan los engaños, las falacias, como los están engañando,van a darse cuenta que este gobierno tenía razón.

No queremos nosotros aceptar plazos ni parlamentos, que significa diálogo, significa debilidad. Todo ese montón de jetones que hay ahí, el señor Tohá, el otro señor Almeyda, todos estos mugrientos que estaban echando a perder el país, debes pescarlos presos y el avión que tienes dispuesto tú, arriba, y sin ropa, con lo que tienen, pa’ fuera.

Hoy tenemos un Ejército alemán de marihuaneros, drogadictos, melenudos, homosexuales y sindicalistas.

La mentira se descubre por los ojos, yo muchas veces mentía.

La opinión mía es que estos caballeros se toman y se mandan por avión a cualquier parte, e incluso por el camino los van tirando abajo.

Los estudiantes van a la Universidad a estudiar, no a pensar… y si aún les quedan energías, para eso está el deporte.

Entre asegurar los derechos de unos 10.000 disociados o garantizar los de diez millones, no tuvimos duda.

Dos mil no es nada.

Con los años, me van a estar pidiendo que vuelva el gobierno militar.

Si el senador Kennedy resulta elegido presidente de los EE.UU., el gobierno de Chile tomará las medidas necesarias.

Estoy acá porque mi pueblo me pide que me quede. Avance, me dicen, por favor no nos abandone.

Prácticamente limpiamos de marxistas la nación.

La única solución para el problema de los derechos humanos es el olvido.

Me iré al cielo. ¿Dónde habría ido, según usted? ¿Al infierno? No, esté tranquilo, iré al cielo.